MELONES SIN RAJADO. DESCUBRE LAS VARIEDADES PIEL DE SAPO VALENTÍN Y MIRAMBEL
El rajado de los frutos es una contrariedad que enfrentan los agricultores de melón cada campaña. Viene ocasionado por la falta de aguante de las variedades de melón tradicionales.
Y esta carencia provoca una pérdida de rentabilidad y kilos al productor de melón almeriense.
“Si viene un comprador de una marca conocida y quiere melones a 14º brix, pero el agricultor todavía los tiene a 12º, con las variedades actuales en cuestión de días se rajan”, señala María García, mejoradora de melón de Ramiro Arnedo.
Por eso, el objetivo de Ramiro Arnedo ha sido trabajar en variedades de melón para los productores de Almería con más aguante en planta y que presenten ausencia de rajado.
Así es como Valentín – para ciclos tempranos- y Mirambel -para ciclos medios tardíos- se han abierto nombre entre los productores de melón piel de sapo que buscan una solución al rajado.
Valentín y Mirambel poseen, además, otra cualidad que lo sitúan a la cabeza del mercado del melón: su fácil escriturado. Un escriturado que mejora la presencia de estos melones piel de sapo y que demandan los mercados. “Valentín y Mirambel son melones de bonita presencia, pero, además, son dulces y buenos de comer, con una carne crujiente y jugosa”, señala Jorge Bervel, técnico comercial de Ramiro Arnedo.
Melones con la calidad y el calibre que pide el mercado
Las fechas de siembra del melón almeriense no son las mejores para el desarrollo óptimo de este cultivo. “Son ciclos más cortos y en fechas tempranas, por lo que las condiciones atmosféricas no son las más favorables como sucede por ejemplo en Castilla La Mancha”, explica la mejoradora de melón de Ramiro Arnedo.
“Por eso, tenemos que desarrollar variedades que se adapten al ciclo de Almería”, detalla.
“Y nuestro objetivo era cubrir los dos ciclos del cultivo de melón en la provincia y solucionar los problemas de calibre según las fechas de siembra”, señala García.
Con la variedad de melón temprano Valentín, los agricultores obtienen con facilidad un melón de más tamaño. Mientras que con la variedad de melón tardío Mirambel, los productores logran contener el calibre.
“Lo que todo productor busca es cosechar un melón con el tamaño que pide el mercado, de 3 a 3,5 kilos. Algo que jugando con estas variedades consigue, dependiendo de la fecha de siembra”, detalla Bervel.
Valentín y Mirambel, la solución al rajado
Dependiendo de la fecha de cultivo, el productor almeriense puede jugar con Valentín o Mirambel.
Estos melones presentan más aguante en planta y ausencia de rajado, lo que permite al productor aguantar su cosecha hasta que aparezca el comprador más adecuado.
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